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CAPÍTULO 1 - A LA LUZ DE LA LUNA LIGERAMENTE DESVANECIDA - JUDY HALL
EL CICLO LUNAR, EXPRESADO MITOLÓGICAMENTE, TAMBIÉN PUEDE VERSE, POR LO TANTO, COMO PÉRDIDA, BÚSQUEDA Y RESURRECCIÓN; COMO GESTACIÓN, FRUCTIFICACIÓN Y DECADENCIA.
LA OSCURIDAD DE LA LUNA ES UN MOMENTO PARA LA INTROSPECCIÓN, PARA PROFUNDIZAR EN UNO MISMO Y TENER VISIONES, PARA PURIFICAR Y LIBERAR VIEJOS PATRONES, PARA PERMITIR QUE EL PASADO SE DESCOMPONGA EN ABONO FÉRTIL PARA QUE SURJA ALGO NUEVO; EL MOMENTO DE TRANSFORMACIÓN Y RENOVACIÓN.
LA LUNA NUEVA es el momento para planificar nuevos proyectos, para prepararse para sacar esa visión a la luz, para concebir nuevos patrones y recibir nueva inspiración.
LA LUNA LLENA es el momento creativo, el período en el que podemos manifestar y dar a conocer quiénes somos, viviendo nuestra renovación y resurrección. Es el momento de interactuar con el mundo y estar llenos de energía, dando a luz a nuestras creaciones. Este es el momento en el que nos mostramos más activos y vitales externamente. Entonces se alcanza la fructificación y, con la Luna Menguante en declive, estamos listos para eliminar, purificar y limpiar los residuos de nuestra experiencia. Este es el momento de soltar y comenzar de nuevo, el momento en que acompañamos a la diosa sumeria INNANA al inframundo para encontrarnos con su hermana oscura, ERESHKIGAL. EL CICLO DE INTROVERSIÓN Y EXTROVERSIÓN, RECEPTIVIDAD Y ACTIVIDAD, CAMBIO Y DESARROLLO, COMIENZA DE NUEVO. La Luna también simboliza la herencia del pasado. Desde una perspectiva KÁRMICA, la fase lunar en la que nacimos también podría dar una pista sobre cuánto tiempo llevamos lidiando con los problemas KÁRMICOS en nuestra carta astral, aunque los aspectos entre los planetas internos y externos también lo muestran claramente.
LAS CUADRATURAS FIJAS, por ejemplo, son problemas KÁRMICOS que han existido durante muchas vidas, mientras QUE LAS CUADRATURAS CARDINALES son "karma en desarrollo". Hay tres asuntos que hemos entendido más o menos bien y que ahora se están poniendo a prueba para ver si realmente hemos captado la lección. Sin embargo, la Luna Nueva podría estar embarcando en la experiencia por primera vez, o en una nueva forma de abordarla. La Luna Llena bien podría estar centrándose en un asunto, viéndolo claramente por primera vez, quizás, aunque el asunto en sí ya hubiera existido durante algún tiempo. Para cuando llegamos al cuarto menguante, el asunto ya es viejo y estamos listos para soltarlo. Como dice LIZ GREENE: «Una Luna balsámica ha comenzado a descargar su paquete de experiencia, y hay una cualidad melancólica, sacrificial, casi cansada en esta fase lunar».²
ENERGÍA LUNAR
LA LUNA NO SE PUEDE SUPERAR NI TRASCENDER, PERO SI SE COMPRENDEN SUS NECESIDADES SUBYACENTES, SE PUEDE TRANSFORMAR. Describe nuestra respuesta innata a la vida y exploraremos sus manifestaciones con mucho más detalle a lo largo de este libro. La Luna arquetípica se expresa a través de innumerables diosas y procesos internos, como corresponde a una energía inherentemente presente desde la concepción hasta la muerte (véase el capítulo 2). Es nuestra necesidad básica de seguridad, expresada desde el primer momento en el que un bebé busca alimento y sustento, y a lo largo de toda la vida hasta el último aliento. Es nuestra necesidad y vulnerabilidad, nuestras raíces y nuestra continuidad.
LA LUNA SIEMPRE HA ESTADO ESTRECHAMENTE VINCULADA AL ÚTERO. CRECÍA Y MENGUABA, SE HINCHABA Y FINALMENTE DABA A LUZ.
Pero, para los antiguos griegos, el útero también tenía afinidad con las emociones irracionales. Se creía que el útero vagaba, dando lugar a la histeria y otros trastornos. Y, por supuesto, a lo largo de los siglos, la Luna Llena ha estado indisolublemente ligada a la locura y el caos. La energía lunar transmite este aspecto de emoción "fuera de control", comportamiento irracional y dominado por los sentimientos. La mayoría de los hombres tienden a proyectar este lado del planeta en las mujeres en general, aunque las mujeres premenstruales y las de mediana edad han soportado la peor parte de la actitud colectiva hacia la menarquia y la menopausia. Otro lado de la energía planetaria plutoniana que se ha proyectado, y por el cual las mujeres sufrieron mucha persecución, es la "bruja" feérica (hadas), intuitivamente, tan temida por la iglesia medieval y otros, un miedo que aún persiste hoy en día.
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