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También es probable que los avances en medicamentos que mejoran la salud mental, junto con la conciencia de algunos sobre la necesidad de mejorar el bienestar espiritual, introduzcan otro enfoque en la gestión de la salud. Así, no es sólo la salud física lo que despierta especial fascinación a partir de 2011. Hasta 2018 en particular, cobra impulso un enfoque centrado en mejorar el bienestar espiritual. Es poco probable que esto esté relacionado con los avances en materia de religión. Mucho se puede decir y escribir sobre las “vibraciones superiores” durante este período. Dos temas podrían cobrar prominencia aquí. El primero es el resurgimiento de la idea griega de la música como modo de pensamiento abstracto. Esto podría dar lugar a avances singulares en la actividad artística. La música tiene un poder expresivo que va más allá de lo que oímos. El estudio de frecuencias más altas e inaudibles ha demostrado que cuando están presentes, los humanos pueden experimentar lo “paranormal”. Estas frecuencias peculiares y el poder que liberan también podrían cobrar autoridad en este momento.
Puede que haya pocas personas trabajando en este campo durante la segunda década, pero parece razonable suponer que una gran proporción de los nacidos con Quirón y Neptuno en Piscis desarrollarán estas habilidades y las considerarán talentos naturales. Se ha demostrado que tanto Quirón como Neptuno ocupan posiciones destacadas en las cartas astrales de quienes trabajan en las profesiones de la curación. Los sistemas educativos que permiten a los niños vías para expresar tales talentos pueden ser muy demandados.
EL PERÍODO, 2012-2014 |
Aunque hay evidencia del surgimiento de un nuevo orden mundial en 2012, sería bastante erróneo inferir que las dificultades evidentes en 2009 se resolverán totalmente en 2012. Este año, sin embargo, debería ver una disminución final de la agresión de los años anteriores. Es probable que la actividad solar también esté aumentando en esta época, lo que trae consigo una creciente necesidad de acentuar lo positivo. Los eclipses solares de 2012 son curiosos. Hay dos en comparación con los cuatro del año anterior. El primero, en el primer grado de Géminis, acentúa el amanecer de una era de la información muy distinta a la que abrió el milenio. El segundo, en noviembre, puede marcar el comienzo de nuevas prácticas comerciales. Es poco probable que esta ola de cambios comerciales se complete antes de fines de 2014, pero debería resultar crucial. La generación más mayor en este momento podría encontrar el período confuso y, desde su perspectiva, bastante impráctico. Sin embargo, hay evidencia que sugiere el surgimiento de nuevas formas de hacer negocios que se centran más en las necesidades de todos y que buscan corregir los graves desequilibrios entre los estados ricos y pobres tal como se definieron al comienzo del milenio. Esto sugiere que los años 2013 a 2018 serán a la vez conmovedores y transformadores del mercado.
Los paisajes sociales, políticos y económicos después de 2013 prometen ser muy diferentes de los de los primeros años de este nuevo milenio. Sin duda, el sol seguirá saliendo como siempre lo ha hecho y los rigores de la vida diaria continuarán. Pero las prioridades habrán cambiado, drásticamente. Allí donde antes prevalecía la nacionalidad, se acelerará el avance hacia el humanismo. Cada vez más, el efecto que las decisiones tomadas en una parte del mundo tienen sobre otra exigirá altos niveles de responsabilidad social. Los políticos deberían encontrar este período difícil. A corto plazo, podrían surgir vacíos de poder. Una Unión de Estados de América podría incluso descentralizarse, dejando, por un corto tiempo, sólo uno o dos estados con el título de “superpotencia”. Los cinco años a partir de 2013 deberían verse como un tiempo de transición después de un período de gran drama.
El final de la primera década del milenio ofrece una plataforma para el cambio. La guerra global es una posibilidad clara, pero no es el único resultado posible. El colapso del crédito tendría consecuencias igualmente devastadoras, en particular en los países que han acumulado niveles significativos de deuda. Lo que ocurra durante 2010 afectará a todos los habitantes del planeta. Seguramente tomará tiempo para que cada uno de nosotros asimile la enormidad de los acontecimientos, y los años hasta 2013 podrían dejar a muchas personas en un estado de shock, de modo que la verdadera transición hacia nuevos modos de ser no comience hasta principios de ese año.
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