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En el capítulo inicial analizamos nuestra relación con el cosmos y el legado de los antiguos que reconocían un vínculo entre las estrellas y lugares específicos. En todo el mundo hay numerosas características naturales y creadas por el hombre que se sincronizan con ubicaciones específicas de las estrellas. Los vínculos son asombrosos. Uno de los mejores ejemplos es el vínculo entre las tres estrellas Mintaka, Alnilam y Alnitak (que forman el Cinturón de Orión) y las pirámides del antiguo Egipto. Incluso se puede demostrar que los ejes internos de estas pirámides apuntan a constelaciones de estrellas. Los antiguos encontraron significado en esta relación. Es totalmente posible que en los próximos veinte años, a medida que crezca el interés del hombre en los cielos, inspirado por el trabajo realizado por los astrofísicos, haya un esfuerzo concertado para intensificar la búsqueda para descifrar este lenguaje.
Las estrellas giran alrededor de un polo central. Alrededor de 2080, volverán a las posiciones que ocupaban hace aproximadamente 26.000 años. Como sucede con los segundos de un reloj, el tiempo avanza. Ahora estamos a “minutos” de este regreso. Cuando suceda, la alineación de los lugares sagrados y las estrellas será espectacular. No podemos saber si alguna autoridad superior verá esto como un momento para regresar a la Tierra. Lo que sí podemos saber es que queda poco tiempo para que aprendamos este lenguaje antiguo. Si este momento ha sido establecido por alguna inteligencia superior, entonces decodificar cualquier mensaje que nos haya dejado seguramente nos será de gran utilidad. Un primer paso en el camino sería que entendiéramos el lenguaje de los ciclos de los planetas, los ritmos del Sol y la relevancia de nuestro lugar especial en el universo.
Las estrellas giran alrededor de un polo central. Alrededor de 2080, volverán a las posiciones que ocupaban hace aproximadamente 26.000 años. Como sucede con los segundos de un reloj, el tiempo avanza. Ahora estamos a “minutos” de este regreso. Cuando suceda, la alineación de los lugares sagrados y las estrellas será espectacular. No podemos saber si alguna autoridad superior verá esto como un momento para regresar a la Tierra. Lo que sí podemos saber es que queda poco tiempo para que aprendamos este lenguaje antiguo. Si este momento ha sido establecido por alguna inteligencia superior, entonces decodificar cualquier mensaje que nos haya dejado seguramente nos será de gran utilidad. Un primer paso en el camino sería que entendiéramos el lenguaje de los ciclos de los planetas, los ritmos del Sol y la relevancia de nuestro lugar especial en el universo.
FINAL...........................
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