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PARTE TRES
PRONOIA DESTINO Y SINCRONICIDAD (*) BY LIZ GREENE
CON FRECUENCIA, VENUS, NEPTUNO Y LA LUNA INTERVIENEN SIEMPRE QUE EXISTE UN ESTADO AFECTIVO INTENSO, AUNQUE NO NECESARIAMENTE SEA AMOR. SIN EMBARGO, HE VISTO A PERSONAS DECLARAR SU AMOR BAJO CONFIGURACIONES TAN ESTRICTAS COMO LA DEL SOL CON SATURNO O LA DE MARTE CON URANO. PARECERÍA QUE LA CONSTELACIÓN INTERNA REFLEJADA POR UN TRÁNSITO O PROGRESIÓN SOBRE ALGÚN PUNTO SENSIBLE DE LA CARTA ASTRAL, Y EL ENCUENTRO EXTERNO CON EL "OTRO" QUE PROVOCA UNA EMOCIÓN TAN ABRUMADORA, CONSTITUYEN UN EJEMPLO PERFECTO DE SINCRONICIDAD.
A veces me ha asombrado la forma misteriosa e incomprensible en la que se encuentran personas de extremos opuestos del mundo, cuyos complejos encajan a la perfección, cuyos antecedentes familiares son tan extrañamente similares y cuyas cartas natales encajan a la perfección. El objeto amado en tales circunstancias, responsable de invocar tal avalancha de imágenes arquetípicas, rara vez es humano, sino más a menudo algo semidivino, debido a la naturaleza mítica de la proyección y la numinosidad que acompaña a tales experiencias del profundo mundo interior. Estos encuentros suelen calificarse de «predestinados» porque así se sienten. Es difícil refutar esto, pues ciertamente existe una sensación de «corrección» en tales encuentros, no solo en términos de sus efectos en el presente inmediato, sino también en términos de su influencia en el curso del desarrollo de ambas personas.
Según mi interpretación de este proceso en relación con la astrología, una posición particular en la carta astral refleja un «patrón» u «organización psíquica» particular dentro del individuo. Dichos patrones, que entiendo como el núcleo tanto de las historias míticas como de lo que Jung llama COMPLEJOS (*), SON, EN CIERTO SENTIDO, EL DESTINO, PORQUE ESTÁN ESCRITOS DESDE EL NACIMIENTO. Neptuno situado en mi décima casa, además, es diferente de Neptuno situado en la novena casa de otra persona, por lo que se trata de un destino muy individualizado. Estoy «destinado» a experimentar neptunianos y a manifestar temas neptunianos en el ámbito de la vocación y el contacto con el público, así como, en etapas anteriores de mi vida, al conocer el planeta a través de la herencia materna. Neptuno en la novena casa, por otro lado, estaría «destinado» a experimentar tales experiencias en el ámbito de los asuntos espirituales y religiosos, y en el de las decisiones morales y éticas. Así, los individuos expresan motivos universales de maneras muy individuales, y las antiguas imágenes arquetípicas se manifiestan de maneras muy personales en los sueños, como he demostrado con numerosos ejemplos.
o (*) Para Jung, UN COMPLEJO es un grupo de pensamientos, sentimientos, recuerdos e impresiones emocionales autónomas y enmarañadas que giran en torno a una idea o vivencia central. ACTÚAN COMO "MINI-PERSONALIDADES" INCONSCIENTES QUE PUEDEN INFLUIR EN EL COMPORTAMIENTO, A VECES DE MANERA AUTOMÁTICA, DE FORMA QUE PARECE QUE TIENEN VIDA PROPIA. Se detectan a través de respuestas emocionales y conductuales inesperadas o difíciles de explicar.
A continuación, un tránsito o progresión desencadena, o, más precisamente, coincide con el surgimiento de este potencial arquetípico, y se desarrolla un afecto. En mi caso, la sensación de confusión e indecisión sobre qué dirección seguir constituyó el ABAISSEMENT (encapotado) que permitió que el inconsciente se infiltrara con sus peculiares propiedades sincrónicas. El inconsciente se activó porque era el momento oportuno. Estoy convencida de que esta sincronización es inherente al nacimiento del organismo, así como el momento en el que una tomatera florece y da fruto es inherente a su naturaleza. ASÍ, COMO POR CASUALIDAD, ME ENCONTRÉ CON ALGUIEN QUE ME CONDUJO A LA SIGUIENTE FASE DE MI VIDA, A TRAVÉS DE UNA COINCIDENCIA SIGNIFICATIVA ENTRE UN DESCUBRIMIENTO INTERIOR Y UN ACONTECIMIENTO EXTERIOR. La experiencia interior, la disposición a explorar el mundo neptuniano, se reflejó externamente en el encuentro con la SRA. HICKEY, y el significado inherente a los acontecimientos internos y externos se reflejó a su vez, en términos astrológicos, en Mercurio progresado en conjunción con Neptuno y Júpiter en tránsito estacionario en Urano. Jung creía que las situaciones de estancamiento tendían a generar fenómenos sincrónicos, pues un impasse vital constela la naturaleza compensatoria del inconsciente, y los sueños e imágenes arquetípicos suelen surgir como una especie de salida. Sin embargo, desde la perspectiva astrológica, ocurre lo contrario. Es el arquetipo el que precipita la sensación de estancamiento, pues la aparición de un tránsito o progresión importante anuncia un cambio profundo en el patrón interno del individuo. ALGO NUEVO INTENTA ASÍ ENTRAR EN LA VIDA DEL EGO, ALGO QUE PREVIAMENTE HABÍA ESTADO ENCERRADO EN UN SUEÑO MÁGICO DE POTENCIAL INCONSCIENTE.
Considero que es la colisión entre este nuevo desarrollo y la situación estática del entorno, que antes era perfectamente satisfactoria, lo que provoca la sensación de estancamiento. He escuchado a tanta gente usar esta palabra en momentos en los que la carta astral refleja cambios inminentes de gran magnitud, que HE LLEGADO A LA CONCLUSIÓN DE QUE EL ESTANCAMIENTO ES LA ETAPA PRELIMINAR DE CUALQUIER MOVIMIENTO IMPORTANTE EN LA CARTA ASTRAL, Y EN EL INDIVIDUO. Uno no está estancado a menos que algo en movimiento se encuentre con un obstáculo. A veces, el obstáculo es una actitud preexistente ante la vida, reflejada por una situación externa, que de repente empieza a sentirse demasiado apretada. En esos momentos, a menudo nos encontramos con personas que buscan dejar la psicoterapia o visitar a un astrólogo, porque la vida se ha vuelto insignificante o no se sabe qué camino tomar. Esta última era también la situación en la que se encontraba el Dr. Adler cuando conoció a la Sra. Adler. Estaba estancado, confundido sobre su rumbo. Lo mismo me ocurrió a mí cuando conocí a la SRA. HICKEY. Pero una mirada al horóscopo en momentos aparentemente tan lentos suele revelar que las cosas están lejos de estar estancadas; de hecho, están madurando, y es el ego, que aún está atado a su antigua perspectiva, el que siente el embate de nuevos vientos.
Una de las cosas más extrañas de los fenómenos sincrónicos es la sensación predominante de algún tipo de conocimiento a priori en el inconsciente. «Algo» —volvemos a ese extraño desconocido— sabía que para que el Dr. Adler cumpliera con los requisitos de su patrón, tenía que llegar a Jung, así que «algo» evidentemente organizó que la Sra. Adler llegara a la misma fiesta, y también convenció a su amigo para que organizara la fiesta. Esto suena absurdo, pero subjetivamente, así lo siento. «Algo» también sabía que para que yo cumpliera con los requisitos de mi propio patrón, tenía que encontrarme con la astrología, así que «Algo» se aseguró de que estuviera en Boston, me reunió con el amigo que me presentó a la SRA. HICKEY, y también hizo que la SRA. HICKEY se comportara de una manera que sin duda engendraría en mí una obstinada determinación por aprender algo sobre el tema que me habían dado y luego me habían arrebatado de una manera tan extraña. Asimismo se aseguró de que estos arreglos coincidieran con un tránsito y una progresión que se ajustaran exactamente al significado de la época.
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